Libros San Luis de Montfort
El Secreto admirable del Santísimo Rosario
A Ustedes, pobres pecadores, uno más pecador todavía, les ofrece la rosa enrojecida con la sangre de Jesucristo. Los impíos y pecadores gritan a diario: «Coronémonos de rosas». Cantemos también nosotros: «Coronémonos con las rosas del Santo Rosario»
Preparación Consagración total
Y cuanto más se consagre un alma a María, tanto más se unirá a Jesucristo -y por tanto-, la perfecta consagración a Jesucristo no es otra cosa sino una perfecta y total consagración de sí mismo a la Santísima Virgen.
Amor a la Sabiduría eterna
¡Son tantas vuestras bellezas y vuestras dulzuras; me habéis preservado de tantos males y colmado de tan-tos bienes y, por otra parte, sois tan desconocida y tan despreciada! ¿Cómo queréis que guarde silencio?